Las actividades bancarias tradicionales de interposición en el crédito han cedido el protagonismo a la colocación de valores y derivados. Fruto de la ingeniería financiera surgen nuevos productos como participaciones preferentes, obligaciones subordinadas, productos estructurados y swaps, que son comercializados entre la clientela minorista. Con la crisis financiera proliferan los contenciosos con clientes que se sienten perjudicados por la colocación de productos de riesgo incoherentes con su perfil y sin haber sido avisados de los riesgos que asumían. Se cuentan por miles las sentencias de nulidad o de indemnización de los daños y perjuicios ocasionados por el incumplimiento por parte del banco de sus obligaciones profesionales. En medio de un mercado complejo y en constante evolución, la presente obra expone de forma clara y sencilla el marco contractual que rige la prestación de servicios de inversión y la responsabilidad de la banca prestadora de los mismos, constituyendo un libro de materiales imprescindible para los abogados, profesionales y estudiosos del mercado financiero.