Tras el estallido de la crisis en 2008, muchos supuestos expertos señalaron a los complejos instrumentos financieros, y por ende a los matemáticos y físicos que los habían creado, como los culpables de la catástrofe acontecida.
En este libro se narra cómo los científicos llegaron a Wall Street a principios de los ochenta y cómo sus ideas transformaron las finanzas para siempre. En un apasionante recorrido que va desde el fin-de-siècle parisino a Las Vegas del Rat Pack, desde los laboratorios del Pentágono a las comunas hippies, Weatherall expone cómo la banca de inversión empezó a contratar a científicos para que lidiaran con las cuestiones matemáticas más peliagudas, desde los precios de la acción a la detección de posibles burbujas.
No obstante, ya sea en ciencia o finanzas, los modelos se hunden bajo ciertas circunstancias o condiciones. Y en 2008, sofisticados modelos financieros cayeron en manos de gente que desconocía su uso y finalidad. Un hecho de nefastas consecuencias.