Los cambios producidos en la actividad económica en las dos últimas décadas han hecho que se modifique de forma brusca el entorno al que se enfrentan las empresas en el desarrollo de su actividad. Sus principales características son: alta volatilidad, incertidumbre y riesgo. Esto ha provocado que se produzcan procesos de reestructuración en múltiples sectores de la economía caracterizándose por un incremento de la concentración. De este modo, se ha generalizado la cooperación empresarial. Los estudios empíricos que se han desarrollado sobre la misma se han centrado en sectores intensivos en tecnología. Sin embargo, se ha prestado poca atención a la existencia y efectividad de la cooperación en sectores maduros donde la tecnología no es el factor competitivo más relevante. Así, analizamos el fenómeno cooperativo del sector agroalimentario español debido a su importante contribución al PIB (aproximadamente un 19%) y por ser el primer sector industrial en cuanto a la cifra de negocios. Nuestro objetivo es dotar de información a las empresas del sector que no hayan cooperado o a aquellas otras que posean un nivel de experiencia reducido en dicha estrategia, sobre las condiciones que determinan una cooperación empresarial eficiente. Con este fin, se plantean tres modelos multidisciplinares donde se tratan de analizar catorce hipótesis. Las conclusiones obtenidas del modelo a, son que se detectan diversos factores a evaluar por las empresas de influencia directa sobre el éxito de una alianza, como son la confianza, la reputación del socio y el comportamiento cooperativo. Al mismo tiempo, este último ejerce un efecto moderador en la relación que mantiene la confianza con el éxito del acuerdo. Además, la eficiencia cooperativa esta positiva y significativamente relacionada con el resultado de la empresa, por lo que la cooperación empresarial es adecuada para garantizar la competitividad de las empresas agroalimentarias. La principal conclusión obtenida del modelo b es la existencia de diferencias significativas en cuanto al éxito del acuerdo entre los acuerdos de capital y contractuales, siendo mayor para los primeros. Por su parte, del modelo c concluimos que aquellos acuerdos con alto componente explorador y explotador obtendrá un éxito medio significativamente superior que aquellos acuerdos únicamente exploradores o explotadores. Además, el grado de adaptación de la empresa a los cambios del entorno también tiene una influencia significativa y directa sobre el éxito de un acuerdo. En definitiva, la cooperación empresarial se configura como una estrategia optima para aumentar la competitividad de la empresa agroalimentaria, aspecto crucial en los mercados globales actuales. Por ello, habrá que transmitir las bondades de la misma a todas las empresas participantes en el sector.