Hay dos millones de empresas familiares en Europa y cien millones de personas dependen de ellas, no en vano son mayoría en el tejido empresarial mundial. ¿Son distintas de las demás? ¿Puede decirse que tienen una problemática propia? Por supuesto: el cambio generacional y la preparación de la sucesión, la fiscalidad en la transmisión, los órganos de gobierno cuando la propiedad está repartida o cómo incorporar directivos que no pertenecen a la familia son algunos de los retos a los que el empresario familiar y sus sucesores deben enfrentarse.
Pero Imma Puig no busca en este libro el enfoque empresarial, la gestión del negocio, sino el familiar, es decir, la gestión de los afectos. Para ello da voz a los verdaderos protagonistas y presenta diez historias, diez testimonios de otras tantas personas que explican qué sienten los hijos que apenas ven al padre, cómo vive la esposa el exceso de horas de trabajo del marido o cómo encaran los sucesores al empresario ya jubilado que se resiste a abandonar su despacho e interfiere en todas las decisiones.
Una de esas raras ocasiones en que un libro se atreve a hablar de un intangible muy pocas veces tenido en cuenta: las emociones.
¿Empresa familiar o familia empresaria? Las claves para comprender el motor que mueve la empresa y la familia.