El teléfono se ha hecho imprescindible en nuestras vidas, hasta hace muy poco era casi exclusivamente para comunicarnos, ahora ha llegado el momento de las contrataciones, reclamaciones de servicios y del todopoderoso y temible "Servicio de atención al cliente". Estamos en manos de la tecnología virtual. Es casi imposible encontrar una oficina donde podamos resolver este asunto, de hecho nos invitan para ganar tiempo, que siempre utilicemos sus servicios online o telefónicos que están disponibles las 24h. del día. Es irremediable, ya está aquí, nos tenemos que entender a través del hilo telefónico, así rindiéndonos a la evidencia; si somos proveedores conozcamos las mejores prácticas para dar un óptimo servicio a nuestros clientes. Por el contrario si somos sufridos y maltratados clientes, aprendamos a manejar las habilidades personales y técnicas que nos permitan gestionar eficazmente nuestras dudas, consultas , reclamaciones y compras, conociendo las vías, canales y recursos que como consumidores tenemos en nuestras manos. El teléfono nunca es culpable de una mala gestión, de una mala calidad, de una falta de respuesta adecuada; esto es responsabilidad de la empresa y de nosotros. Por tanto, antes de intentar sacarle el mayor partido al teléfono, pensemos si nosotros y nuestra empresa estamos preparados para el reto de ser los mejores en la atención telefónica.