La figura de los Intereses Financieros Comunitarios aparece desde la misma creación de la Comunidad Económica Europea y desde ese momento ha sido objeto de fraudes e irregularidades, estimándose, en fechas recientes, un fraude anual de 2.000 millones de euros. En su protección revisten singular importancia las competencias de los distintos Estados miembros, pues éstos son responsables de las actuaciones de control que recaen sobre los recursos financieros comunitarios. Esta monografía aborda los aspectos relacionados con la compleja evolución experimentada por la protección de los Intereses Financieros Comunitarios y los principios que inspiran las actuaciones de protección de los Estados miembros.