La interrelación y coordinación del régimen del mercado de valores con el control de operaciones de concentración previsto en la legislación de defensa de la competencia y con el respeto a otras disposiciones normativas sectoriales que pudieran resultar de aplicación constituye una cuestión crucial en la moderna ordenación jurídica de los mercados. En efecto, tanto la legislación del mercado de valores, como la legislación de defensa de la competencia y la regulación sectorial introducen distintos requisitos, trámites y controles administrativos, inspirados en distintos objetivos y con diferentes propósitos, que pueden demorar el desarrollo de la transacción y en algunos casos incluso conducir a que se introduzcan modificaciones relevantes en sus términos. A diferencia de lo que ocurría en el pasado, como este trabajo analiza con detenimiento, la nueva regulación del procedimiento de control de concentraciones y de las ofertas públicas de adquisición de 2007 hacen compatible la satisfacción de los intereses empresariales y la adecuada tutela del interés de los inversores, con el interés público en la salvaguardia de la competencia efectiva en los mercados y los diversos objetivos perseguidos por la regulación sectorial, reduciendo al mínimo las dilaciones en la oferta que puedan perturbar el funcionamiento del mercado de valores.