La presente obra supone el desembarco de Samuel Edward Konkin III en el mercado editorial castellano que saturado de Manifiestos, mayoritariamente unidireccionales, hasta el momento inexplicablemente había ninguneado in toto al "movimiento agorista" (del griego ágora, que significa mercado). Sin embargo, y una vez más, la función empresarial innata en todo ser humano, en este caso representado por tres emprendedores seguidores de la Escuela Austriaca de Economía, ha hecho posible que felizmente dispongamos ya en nuestro país de la primera edición de este libro en español. Autor casi desconocido en España, Samuel Edward Konkin III era realmente inconfundible, siempre embutido en su camiseta y pantalón negros, y luciendo unas características gafas con cristales rojizos. Gracias a su connatural tendencia a la creación de palabras nuevas, Konkin acuñó en 1971, no sin cierto tono peyorativo, el ya famoso término Minarquismo para denominar al movimiento de libertarios que, como Robert Nozick -cuyos seguidores fueron bautizados irónicamente por Konkin como "nozis"-, estaban a favor del Estado mínimo. Pero Konkin destaca sobre todo por una coherencia moral hoy en día prácticamente inasumible, y que le llevó a vivir toda su vida al margen del Estado. En cuanto al Manifiesto en sí, se trata de un texto inusualmente valioso, tanto para quienes tengan especial interés en una obra políticamente combativa pero al margen de las doctrinas asociadas a la izquierda clásica, como para aquellos otros que deseen alimentar su mera curiosidad intelectual con una rareza que, no obstante, ha inaugurado toda una corriente de pensamiento y acción dentro de los márgenes del llamado anarcocapitalismo. Podrían pensar los lectores más conspicuos, y no se equivocarían, que el movimiento agorista está basado en la novela de ciencia ficción The Moon is a Harsh Mistress (La Luna es una Cruel Amante, Robert A. Heinlein, 1966) en la que un grupo de colonos lunares se rebelan contra las leyes terrestres en una suerte de Guerra de la Independencia Lunar. No en vano, el propio Konkin reconoció que de dicha novela extrajo el concepto de anarquista racional, que irremediablemente le guiaría hasta Robert LeFevre, Ludwig von Mises y Murray N. Rothbard, entre otros. En definitiva, estamos ante el primer texto de la historia que describe toda una serie de tácticas, estrategias y fases para llevar a cabo una práctica activista anarcocapitalista. Disfruten leyendo sobre estatistas encarcelados que sólo serán liberados en la restauración libertaria tras saldar su deuda con la ciudadanía; disfruten leyendo sobre la libertad de tenencia de armas como medio más eficaz de autodefensa; disfruten leyendo sobre estados que colapsan al no poder competir con la economía libre (y sumergida); y disfruten leyendo de qué manera la libertad individual siempre puede triunfar frente a la mentira y la coacción estatal. Jesús Huerta de Soto Diciembre de 2011