Las dificultades en la deglución de saliva y alimentos, la presencia de protrusión lingual y los problemas de emisión en el lenguaje en los niños con Síndrome de Down son muy frecuentes. Todo ello se debe, en gran medida, a las alteraciones que padecen en la función de la musculatura orofacial y faríngea. Favorecer y robustecer la función motriz de esta área es esencial durante las primeras etapas de su vida para evitar, a la larga, carencias nutricionales y posibles problemas de salud en edades más adultas. Aunque la hipotonía es la gran responsable de estas dificultades, hay otros factores que juegan un importantepapel en la aparición y permanencia del problema, como por ejemplo los hábitosalimenticios. Una buena educación es esencial desde la infancia. Todos los niños, en general, quieren recurrir al método más fácil que re-quiera el menor esfuerzo y energía para comer. Esto se acentúa cuando existe hipotonía, por loque siempre será más fácil el tragar un puré fino que tener que masticar y tragar alimentos con una textura más consistente. Los problemas de emisión en ellenguaje complican más la situación ya que el pequeño no tiene la capacidad deexpresar sus gustos en cuanto a la alimentación. A todo esto se pueden añadirlas alteraciones en la dentición, que retrasan la correcta diversificación yel tamaño de sus mandíbulas y paladares, que son más pequeños y dificultan elproceso de masticación. La Guía de alimentación para personas con Síndrome deDown pretende ser un apoyo a profesionales y familiares en la enseñanza de hábitos de vida saludables a las personas con Síndrome de Down desde que son lactantes hasta que son adultos para optimizar al máximo su salud y calidad de vida.