Esta publicación se ocupa de los efectos de la inflación en la estructura y en el funcionamiento del sistema tributario en general y en la imposición sobre la renta en particular, así como de las posibles medidas de compensación que se pueden arbitrar. En ella se llega a dieciséis conclusiones, que son desarrollo de tres puntos básicos: la importancia que la Hacienda Pública concede a la estabilidad económica, la descripción de los efectos que produce la inflación en el ámbito tributario y los ajustes que son posibles en los impuestos en función de la inflación. No se trata de un ensayo exclusivamente teórico, pues también ofrece una amplia y detallada información sobre las soluciones adoptadas por los principales países de la OCDE en estos últimos años. Incluye bibliografía e índice de autores.