¿Puede ser Vladimir Nabokov el gran escritor de la felicidad? En La dádiva, el protagonista creado por Nabokov soñaba con escribir un manual de «cómo ser feliz»; en El encantador, Lila Azam Zanganeh convertida en una lectora imaginativa, rinde homenaje al escritor y a la felicidad sobre la que escribió, descubriendo, con el firme propósito de compartirla con todos, la alegría del escritor ruso. El resultado es la llave que abre el luminoso mundo de obras como Habla, memoria, Ada o el ardor y Lolita. Se trata de un viaje caleidoscópico a través de las experiencias nabokovianas del tiempo, la memoria, la pasión, la naturaleza, la pérdida? el amor en todas sus manifestaciones y el lenguaje con todos sus matices. De la mano de la autora, exploramos la geografía de Nabokov desde su infancia en Rusia, los paisajes de Estados Unidos de su etapa adulta y los suizos de la madurez. En esta obra singular, con la misma pasión que Nabokov cazaba mariposas, Lila Azam Zanganeh caza para el lector las palabras y los momentos de dicha de uno de los genios literarios de nuestro tiempo.