Manuel Zamorano, que ha sufrido las políticas nacionalistas en sus propias carnes de forma muy directa mientras ejerció como ertzaina, ha consultado códices, manuales, documentos...para llegar a conclusiones muy diferentes a las versiones oficiales sobre la historia del «pueblo vasco». Estudios independientes a la causa nacionalista atribuyen el origen del «pueblo vasco» a pueblos que para nada son los «más antiguos de la Península». Más que sospechoso es el silencio hermético guardado por los dirigentes nacionalistas vascos. Como también lo es su silencio frente al proyecto de la Liga Vasco Españolista que ideó el fundador del PNV, Sabino Arana, en su último año de vida, tratando la dirección del PNV de justificarlo como el producto de presuntos desvaríos de la enfermedad que padecía pero que en realidad no le afectaba a su estado mental. El hermetismo de la Fundación Sabino Arana para la consulta de muchos de sus documentos no parece propio de una democracia sana que cada vez se aleja más de esta región española.