LA IMAGEN QUE EUROPA COMPUSO EN EL SIGLO XVIII DE LA CULTURA OTOMANA YA NO FUE LA MISMA TRAS ESTA SORPRENDENTE CORRESPONDENCIA. DESMINTIENDO RELATOS DE OTROS VIAJEROS, CUBIERTA CON EL YASMAK [ASMAK], O VELO TURCO, ESTA INGLESA, NO SOLO ESCRIBE LA CRÓNICA DE LOS BAZARES, LAS MEZQUITAS, LAS CEREMONIAS DE LA CORTE, O LA VIDA EN LAS CALLES, SINO QUE DA NOTICIA DE LA VACUNA SOBRE LA VIRUELA O DESVELA LA INTIMIDAD DEL HARÉN Y LA VOLUPTUOSIDAD DE LOS HAMANES COMO NINGÚN EUROPEO LO HABÍA HECHO ANTES DESATANDO UN IMAGINARIO QUE TRANSFORMA LAS ARTES Y ALIENTA LA ESTÉTICA ORIENTALISTA. EN EL SIGLO DE GRANDES DAMAS E ILUSTRES SALONNIÈRES, LA INTELIGENCIA DE LADY MONTAGU ASOMBRÓ A VOLTAIRE QUE LA CONSIDERABA POR SU COSMOPOLITISMO MUY SUPERIOR A MADAME DE SÉVIGNÉ Y SABIDO ES QUE EL PINTOR INGRES, UN SIGLO DESPUÉS, ENCONTRÓ EN SUS PROLIJAS DESCRIPCIONES DEL HAREMLIK INSPIRACIÓN PARA SUS CUADROS DE ODALISCAS Y ESCENAS DE HARÉN. SU ENERGÍA Y HUMOR SUTIL AÚN PROVOCA ENTRE NOSOTROS UNA FASCINACIÓN INTACTA COMO NOS RECUERDA JUAN GOYTISOLO.