Es de noche, y un grupo de piratas saquea una aldea, para luego retornar a su embarcación con esclavos. En el momento en llegan a la playa, unos extraños ruidos comienzan a oírse por el lugar. Poco después, una lluvia de flechas se abate sobre ellos. Los escasos supervivientes son hechos prisioneros por unos hombres de aspecto enloquecido. Justo cuando están a punto de llevárselos, un bulto escondido en el navío pirata capta su atención. Uno de los hombres se acerca y descubre a un niño cubierto por una capa de seda con remates de oro. En otro lugar, una jovencita y un fantasma lamentan la pérdida de un objeto preciado que ha desaparecido en el fondo de un pozo. Y no muy lejos de allí, en el castillo de Dama Bibiana, se oyen voces. Un senescal, un duque y un príncipe vienen a comunicar un mensaje urgente del rey. Mientras el copero -y envenenador- de Dama Bibiana les sirve vino, los tres comienzan a hablar. Al parecer, el rey está agonizando... y el príncipe heredero ha desaparecido.