Una revisión de la Historia termina por arrojar siempre un puñado denombres propios que han influido sobre su propio transcurso, el de san Ignacio de Loyola es, indudablemente, uno de ellos. A él se debe lafundación de la Compañía de Jesús, cuya misión intelectual y formativa se impulsa con fuerza, desde su aprobación en el 1540, hasta laactualidad. No menos importante, de la mano de la fundadora de laorden de los Carmelitas Descalzos, santa Teresa de Jesús, fue su papel en la Contrarreforma, que supuso un auténtico desafió al statu quodominante en el momento y que implicó la preparación de la Iglesiapara la modernidad, razón por la que san Ignacio hubo de enfrentarse,engrosando su ejemplaridad, a todo tipo de oposiciones y adversidades: las propias de quienes emprenden una revolución.Partiendo de sus hitos vitales como hilo conductor, el lector atentohallará, a lo largo de estas páginas, nuevas lecturas de la figura yobra de Ignacio, recogidas a lo largo de una serie de conferenciasdictadas en Córdoba entre el 22 y el 25 de junio de 2022, con motivodel 500 aniversario de la conversión del santo, cuya luz siguedisipando ùcuando se cumplen cuatrocientos años de su canonización por el papa Gregorio XV y cien desde que Pío XI lo declarara patrono delos ejercicios espiritualesù las sombras que se siguen cerniendo enocasiones sobre el sendero que conduce hacia la claridad.