Durante los siglos XVI y XVII, el comercio Atlántico revolucionó no sólo la economía española y europea, sino también la sociedad con todo lo que ello implica: costumbres, movilidad, pautas de comportamiento y, en definitiva, mentalidades. Sevilla, convertida -gracias a haber sido elegida cabecera de la Carrera de Indias- en una de las primeras ciudades comerciales del mundo, es un laboratorio indispensable para estudiar todos estos cambios. Para ello se han elegido dos personajes de una misma familia procedente de Calvi, feudataria entonces de Génova, Juan Antonio Corzo Vicentelo y Tomás Mañara, que fueron sin duda los dos comerciantes más importantes de la segunda mitad del siglo XVI y primera del XVII establecidos en Sevilla, donde echaron raíces. Son personajes novelescos, que reúnen todos los requisitos para ser tomados como arquetipos del mercader enriquecido en América y que, una vez establecido en Sevilla o cualquier otra ciudad española, busca unirse a la nobleza local empleando unos roles seguidos por la mayoría de ellos durante tres siglos: compra de tierras o juros, cargos y hábitos, lujosas casas y enterramientos fastuosos, con lo que, con frecuencia, consiguen un título para sus hijos o nietos. Una semblanza de estos dos hombres, rodeados de factores, parientes y amigos, actuando cada uno en la época que les tocó vivir, y el destino que ambos dieron a su fortuna mantenida gracias a los mayorazgos, es lo que contiene este libro, aparecido por vez primera en 1991 y que en esos veinte años no ha perdido vigencia. En esta edición, corregida y aumentada notablemente, se insertan documentos inéditos hasta ahora, pertenecientes a los condes de Cantillana.