El hombre del maletín, un personaje misterioso dentro del no menos sombrío panorama de la Transición Española, no era una leyenda, sino un hombre de carne y hueso. Resultó ser un agente del servicio de inteligencia, un tipo escurridizo y socarrón que atesoró documentos únicos, capaces de involucrar en una conspiración a instituciones intocables y hombres con honor. En una encrucijada de traiciones y deslealtades se desgranan la trama civil y la trama militar, la codicia del poder y la avaricia del dinero. Todo lo demás fue un pretexto bien adornado; incluso el enroque de un rey. Sables que conspiran, empresarios ambiciosos y falangistas nostálgicos desfilan por estas páginas, un diario de excepción, un alegato que desvela a amantes despechadas, periodistas corruptos y agentes sin escrúpulos. ¿Qué ocurrió realmente en el invierno de 1981? Ya queda desvelado su secreto, el testimonio de quien espió a todos los protagonistas poniendo en evidencia que la realidad cuanto más escabrosa, mejor sabe perderse en los senderos de la ficción, aunque esta no llegue a superarla nunca.