Tal como refleja el título, este libro se ocupa de diversos aspectos de la relación del catalán con las lenguas vecinas (castellano, aragonés, occitano), sea por contacto, sea por contraste. Sus páginas ilustran, entre otros aspectos, la interferencia con el castellano a través de estudios sobre la adopción y/o adaptación del fonema /x/ en los dialectos catalanes (tipo navaca, navaja, navaja), subrayan la importancia de la presencia aragonesa en el ámbito valenciano frente a las imaginarias huellas mozárabes (tema que se ilustra con gemecar) y demuestran la densidad de los occitanismos del rossellonés, entrados muy pronto y de los cuales, además, se elaboran criterios para identificarlos. Por otro lado, el contraste entre catalán y asturiano, y catalán y gallego permite visualizar las concomitancias y discordancias entre estos sistemas lingüísticos comparados. Esta obra es un complemento imprescindible de las monografías que Joan Veny ha dedicado a la historia de la lengua catalana y, en concreto, a la de sus dialectos.