Los términos agnóstico y agnosticismo aparecen utilizados en diversos ámbitos del pensamiento (metafísica, epistemología, religión, ética) con significados variados y frecuentemente mezclados o confundidos con los significados de otros términos tales como empirismo, materialismo, escepticismo, ateísmo. Fueron acuñados por Thomas Henry Huxley hacia mediados del siglo XIX para designar la posición filosófica que él quería adoptar en el contexto de las corrientes de pensamiento de su tiempo. El agnosticismo, ya en sus autores fundacionales (Huxley, Stephen, Tyndall y Clifford), presenta varias caras: el de Clifford hacia la creencia; el de Stephen, hacia la moral; el de Tyndall, hacia la religión; pero la cara más marcada es la que da hacia la ciencia; y tiene un núcleo común conformado, en buena medida, por el advenimiento del evolucionismo y por el contexto sociocultural de su tiempo. Esta obra acomete el necesario análisis de las ideas nucleares del agnosticismo (razón, experiencia, conocimiento, creencia, verdad y tolerancia) y la función que esas ideas desempeñan, dotándolas de significado, en los sistemas filosóficos clásicos. Constituye, como afirma Jacobo Muñoz en el Prólogo, «una introducción precisa y vigorosa a no pocas de las grandes cuestiones de la epistemología contemporánea, que no deja de resultar asimismo instructiva sobre la trabazón internay la capacidad de interpretación de las venerables preguntas 'últimas' kantianas: ese desafío a una razón que tantas veces ha tendido, fingiendo lo contrario, a automutilarse en clave anti-ilustrada».