Cocina, nostalgia y etnicidad son los ingredientes principales de este libro. A través de una mirada etnográfica al interior de diversas cocias de restaurantes mexicanos en Estados Unidos, el autor examina las prácticas y los discursos de los mexicanos que trabajan como cocineros en Estados Unidos y explica cómo estas personas son capaces de vincularse con México a través de la labor culinaria. En este trabajo se muestra cómo el cocinar en un contexto migrante puede hacer que los recuerdos vayan más allá de la añoranza para convertirse en un tipo de agencia que dictamina las relaciones e interacciones que suceden en estos escenarios; cómo el poner en común las distintas formas de práctica culinaria reestructura las relaciones con las comunidades de origen, así como con otros sujetos en circunstancias migratorias similares; y cómo la nacionalización de los sabores caseros, entre otros procesos sociales que pueden visibilizarse en el interior de las cocinas, puede entenderse como una manera performativa de caracterizar la etnicidad mexicana en Estados Unidos.