Los trabajos reunidos en este libro deben ser vistos en el contexto de la discusión acerca de la posibilidad de una teoría económica de las instituciones sociales. Por ""teoría económica"" se entiende aquí una teoría que se mueve dentro del marco del individualismo metodológico y parte de la suposición de un comportamiento autointeresado. Los trabajos de este volumen se proponen demostrar de qué manera es posible explicar los fenómenos institucionales como resultado (a menudo no intencionado) de la intervención conjunta de las acciones individuales, autointeresadas, de las personas participantes. Por otra parte, se trata también de mostrar que la teoría económica del comportamiento racional tiene que ser interpretada de forma tal que pueda vincularse sistemática y consistentemente la concepción del comportamiento que sigue reglas con la concepción del sospesamiento autointeresado de los beneficios. En la parte final se muestra como es posible vincular coherentemente, dentro de un enfoque individualista, la concepción de la evolución espontánea de las instituciones con la idea de su creación intencional.