Dos historias entrecruzadas que nos explican cómo dos hombres, uno casi un niño y el otro un joven, afrontaron la guerra civil española con respeto a sus ideologías e imbuidos por el destino de sus particulares circunstancias, uno enfrentado al otro en bandos diferentes, ambos con la fe y la creencia final de que lo inevitable que fue aquella barbarie, sin duda, fue evitable. La huella que dejó en ambos oponentes fue única: ¿Qué estamos haciendo? Y ante la obligación de superar aquel inhumano conflicto, ¿cómo explicar a las futuras generaciones qué fue la guerra civil? ¿Cómo hacerlo sin provocar nuevos enfrentamientos? Esta historia novelada, escrita por el hijo de uno los contendientes y compartida por el hijo del segundo quiere dar respuesta a la pregunta fatídica, quiere sumarse a la necesidad, aún hoy acuciante, de cicatrizar las heridas de aquellos años trágicos, quiere, en particular, rendir homenaje a los que participaron en la Batalla del Ebro.