Juan Valera además de novelista, periodista, poeta, traductor y político, un eficaz diplomático cuya carrera le llevaría por diferentes países europeos y americanos. Desde el 12 de diciembre de 1856 hasta junio de 1857, ejerció como secretario de la Legación de España en San Petersburgo, formando parte de la misión diplomática extraordinaria del Duque de Osuna. Fruto de esta estancia son sus Cartas desde Rusia que constituyen una excepcional fuente para el estudio de la Rusia inmediatamente posterior a la Guerra de Crimea, pues trata en ellas sobre sus soberanos, su clase política, su aristocracia, sus religiones, sus minorías nacionales, sus fiestas, espectáculos, diversiones y sus grandes y multidisciplinares museos y monumentos. Representan una viva muestra del humor andaluz de Juan Valera, sin el cual el estilo de estas cartas hubiera carecido de la gracia y del salero que, sin duda alguna, las impregna.