¿Están nuestros jueces preparados para dejar sus creencias y suideología fuera de las salas de juicio ¿Hasta qué punto nuestrajudicatura es capaz de ser imparcial, de resolver las cuestiones sintomar partido ni dejarse influir por sus propios intereses En losúltimos tiempos, la sociedad española ha empezado a ver a no pocosjueces como actores políticos. Ya no son considerados árbitrosneutrales y discretos que, al margen de su propia ideología, seencargan de que las ideas mayoritarias expresadas en leyesdemocráticas se conviertan en realidad. Si los jueces no sonideológicamente neutrales, todo el edificio del imperio de la ley seconvierte en puro decorado. Sin embargo, el concepto de lawfare hapasado al lenguaje cotidiano, las redes sociales y los medios decomunicación dan voz a decenas de jueces que protestan contra lasleyes y los partidos políticos que no les gustan.Los altos tribunales, cada vez con más frecuencia, dictan resoluciones discutibles que interfieren en la vida política del país. Jueces detodas las categorías dejan entrever sus convicciones personales y sonincapaces de limitar su sesgo ideológico. Muchos magistrados sontolerantes con los abusos policiales, permiten el lawfare cuando noparticipan activamente en él, sustituyen a los políticos a la hora dedecidir sobre pandemias o cuestiones de oportunidad, etc. JoaquínUrías analiza en este libro muchas de esas situaciones presentandocasos reales significativos y reflexiona sobre las consecuencias de la pérdida de imparcialidad, al tiempo que apunta algunas líneas desolución.