Esta ""Historia de la Filosofía"" realizada por Guillermo Fraile (I-III) y Teófilo Urdánoz (IV-VIII) es ya una obra clásica en la BAC, alcanzando desde la aparición del primer volumen en 1956 numerosas reimpresiones. La constante y frecuente publicación de estos volúmenes es la mejor garantía de la buena acogida que esta importante obra ha tenido y tiene entre sus lectores. La BAC se complace hoy en dar a la luz pública, en una nueva edición en cartoné, el volumen II (2.°) de la ""Historia de la Filosofía"", fruto del infatigable esfuerzo del eminente historiador dominico P. Guillermo Fraile. Las páginas de este tomo continúan el estudio -profundo, sistemático y rigurosamente crítico- de un prolongado y denso período del pensamiento humano, cuya riqueza y vitalidad -de día en día más universalmente reconocidas- infunden nuevo significado a la desafortunada expresión Edad Media. Iníciase la obra con la exposición del pensamiento judío y musulmán, recurso imprescindible para comprender el desarrollo de la corriente que en amplitud y hondura llena los siglos de la baja Edad Media: la escolástica. Sobre el horizonte lejano -y siempre presente- de la filosofía griega, judaísmo, islamismo y cristianismo tejen una complicada trama de mutuas relaciones que se prolongan hasta bien entrado el siglo xív. El examen de la especulación hebrea abarca el estudio de sus fuentes y de su expansión en Oriente, y sobre todo en Occidente, por obra de dos figuras eximias del pensamiento judío español: Ibn Gabirol y Maimónides. De modo paralelo se expone el desarrollo de la especulación islámica: una rama oriental -Al Kindi, Alfarabi, Avicena, Algacel- y filosofía hispanomusulmana. Un pórtico magnífico, en suma, a la época de máximo esplendor de la escolástica: el siglo XIII. Su estudio constituye el centro de la obra. El siglo XIII representa, sin duda, una etapa decisiva en la evolución del pensamiento europeo. En él se enriquece considerablemente el acervo cultural gracias a las traducciones de obras griegas, árabes y judías, y se plantea con más hondura y en términos casi dramáticos el antiguo problema de las relaciones entre razón y revelación. Como respuesta surgen a la luz las más espléndidas y logradas síntesis del pensamiento cristiano: San Alberto Magno, San Buenaventura, Escoto y, sobre todos ellos, recogiendo en una luminosa construcción del espíritu los valores de la filosofía griega, del pensamiento patrístico y de las especulaciones hebreas y musulmanas, Santo Tomás. El volumen se cierra con el estudio de la disgregación de la escolástica y de la «vía moderna», a las puertas ya del humanismo renacentista.