El título del libro hace referencia a una de las tentaciones que padecemos o podemos padecer. La idea de que "¡ya lo sé" o "¡qué más de da!" o "¡no me vengas con filosofías"! suele ir de la mano de la autocomplacencia cognoscitiva. Creemos saber o creemos saber suficiente pero nunca sabemos suficiente. La idea central de este libro es la de ayudar a algunas personas a volver a hacer preguntas fundamentales. Decía San Agustín que sabemos lo que es el "tiempo" hasta que nos lo preguntan. Algo parecido sucedería con algunos conceptos que utilizamos habitualmente "derechas", "izquierdas", "democracia", "persona" y otros muchos. No se trata de dar ninguna definición esencialista que nos descubra la "verdadera esencia" de la cosa definida. En resumen, "la tentación de la ignorancia" es la tentación de la comodidad intelectual, de la ausencia de sentido crítico. Pero como dijo Cervantes "prefiero el camino a la posada". Buena preferencia. Finalmente, es justo mencionar que el lector no está obligado a empezar por el principio. Algunos capítulos resultarán más difíciles que otros y el autor recomienda "dejarlos para el final, o leerlos parcialmente o dejarlos para más adelante o no leerlos [...] Caminar más lejos o seguir caminando pero seguir el consejo ilustrado, ¡atrévete a pensar por ti mismo!""