El inicio del siglo xxi ha venido marcado por los debates que, en el plano internacional, están sometiendo a revisión la comunicación para el desarrollo con el fin de proponer otras alternativas como comunicación para el cambio social o comunicación para el empoderamiento ciudadano y ecosocial. El debate conceptual que tiene lugar está lejos de resolverse con una respuesta fácil e inmediata, en la medida en que todos los términos que entran en escena requieren de un trabajo genealógico que permita identificar las tensiones, los actores sociales y las perspectivas de investigación en conflicto. Este volumen constituye una importante aportación a estos debates en marcha planteados en la línea de reflexión que rescata, reconoce y valora lo que De Sousa Santos define como «Epistemologías del Sur». «El campo de la comunicación para el cambio social, el cual hemos considerado huérfano de pensamiento profundo y escaso de aproximaciones epistemológicas, logra con este trabajo de Tufte dar un paso significativo, seguro y legitimador tanto en la academia como en el mundo de las políticas y prácticas de este tipo de comunicación.» Amparo Cadavid Bringe, Uniminuto (Colombia) Thomas Tufte es profesor titular de la Universidad de Roskilde (Dinamarca) e investigador asociado en la Universidad de Johannesburgo (Sudáfrica, 2013-2016). Es doctor en comunicación por la Universidad de Copenhague y cofundador y codirector de Ørecomm, un centro binacional de investigación en comunicación y cambio glocal. Ha sido titular de la Cátedra unesco de comunicación de la Universidad de Barcelona (2003) y profesor visitante de la Universidad de Cádiz (2012) y de la Universidad de Rhodes (Grahamstown, Sudáfrica, 2002). Trabajó durante dos años para Naciones Unidas (pnud) en Paraguay (1994-1996). Ha colaborado con universidades latinoamericanas de Brasil, Colombia, Paraguay y Chile. Es experto en comunicación para el cambio social, comunicación para la salud y estudios de audiencia. Ha impartido clases y conferencias como profesor invitado en numerosos países de África, Europa, América Latina y eeuu. Este libro es una aproximación a un aspecto poco visible del actual auge de la novela negro-criminal: la presencia abundante y decisiva de la autoría femenina. A través de sus doce capítulos, que componen un mosaico vibrante y variado de la presencia, nada anecdótica, de las autoras en el género criminal, se traza un mapa de las escritoras que, desde Lourdes Ortiz en 1979, han demostrado que la narrativa criminal, más allá de ser un reflejo de los cambios sociales en general, puede plasmar también la evolución de los estereotipos de género y de las relaciones simbólicas entre la mujer y el poder o entre la mujer y el mal. Las escritoras crean nuevas figuras de poder -inspectoras, comisarias, juezas-, describen la pluralidad de la víctima femenina y se atreven a representar la violencia y el mal más allá de las formas patriarcales y estereotípicas de la «mala mujer».