Cada año llegan a nuestro planeta entre cuarenta y ochenta mil toneladas de materia interplanetaria. Aunque no fue hasta bien entrado el siglo XIX cuando se pudo determinar el origen extraterrestre de los meteoritos, desde entonces las investigaciones científicas nos han ido acercando cada vez más al conocimiento y a la comprensión de estos fenómenos naturales, alejándonos del mito, la superstición y las creencias que han rodeado tanto a estos como a las bolas de fuego que anuncian su caída. Así, gracias a este esfuerzo, se ha conseguido dar una explicación racional a los fenómenos luminosos que, de tanto en tanto, surcan los cielos. Tal y como se demuestra en esta obra, es posible determinar el origen de los meteoritos, sus edades de formación, los periodos de tiempo que surcaron el medio interplanetario y datar algunos de los impactos que impulsaron estas rocas hacia la Tierra desde sus cuerpos progenitores (asteroides, cometas o planetas). Probablemente el lector se pregunte cómo es posible inferir tantos detalles de unas rocas que, por lo general, no parecen muy diferentes de las terrestres: este libro responde precisamente a esas preguntas y muestra la enorme diversidad de materiales que alcanzan la superficie de la Tierra.