La polémica sobre el cociente intelectual se desarrolla en la sigo actualidad en dos frentes. Por un lado asistimos, en el ámbito anglosajón, a una ofensiva sobre su significación ideológica y su carencia de fundamentación científica, ofensiva cuyo punto culminante es la obra de Kamin. Por otro lado, en Francia se desarrolla una investigación sobre el papel del coeficiente intelectual, dentro del marco general del sistema escolar, en la reproducción de las clases sociales y la división social del trabajo. A esta segunda línea de investigación pertenece la presente obra de Michel Tort, en la que han colaborado también Baudelot y Establet, autores de La escuela capitalista en Francia (Siglo XXI Editores). Para Tort, las medidas de la inteligencia son un dispositivo ideológico en el que se ensamblan el ejercicio escolar, los postulados ideológicos, la manipulación de las cifras y una metodología terrorista. El C. I. es función del origen de clase: los niños de la burguesía obtienen cifras más altas que los hijos de obreros, porque las pruebas están diseñadas sobre la base de lo que resulta natural y conocido para el hijo de burgueses.