Historia del vértigo es la segunda parte del libro de los Estratos, la tetralogía que Camille de Toledo inició con En época de monstruos y catástrofes (Alpha Decay, 2012). Un niño huye por una carretera americana. Se marcha de los Estados Unidos cuando el Muro de Berlín acaba de caer. Estamos en los lindes del siglo XXI, y el mundo se vuelca en una ficción total. Quien recoge al chaval, que hace autoestop, es un mito americano: Theodor Kaczynski, conocido por el FBI bajo el nombre de Unabomber. Por un lado, el niño carga con el nuevo mundo, un tiempo de ficciones verdaderas. Por el otro, el viejo mundo de la añoranza de Unabomber: el de un terrorismo anti-tecnológico que todavía atormenta a los Estados Unidos. Narrada en tres movimientos, como si de una sinfonía se tratara, Historia del vértigo hibrida cuantos géneros son conocidos por el público contemporáneo, acostumbrado a la imagen en movimiento y a la deconstrucción del arte en fragmentos comestibles, desechables, agotados en su tiempo de consumo. Esta novela aparentemente desquiciada desgrana el modo en que nos explicamos la historia, ahora renombrada como script, como guión cinematográfico, que puede ser sometido a cut-up y modificaciones. Se cuestiona la tradicional voluntad creativa, hoy responsable del montaje: el escritor como director; el lector como espectador de un relato en definitiva alucinado que va más allá del intertexto, que excava ahora en su propio origen, poniendo en danza los elementos de un filme, de una performance, de una ópera total.