Es un hecho consabido que la palabra está en el centro de la práctica judicial, que es produciendo discurso como letrados, fiscales y jueces intervienen en la actividad jurisdiccional. El análisis de ese discurso ha de conducir a una comprensión más profunda de la administración de justicia. Partiendo de esa idea, este libro pretende determinar de qué modo se va configurando el relato de los hechos probados a través de las sucesivas etapas del proceso penal. El objetivo es establecer un mapa narrativo del proceso que refleje de qué forma las prácticas comunicativas que lo caracterizan van componiendo la verdad. En concreto, el estudio está seccionado en los géneros discursivos con dimensión narrativa que se suceden en el proceso penal: los escritos de calificación provisional, los interrogatorios, los informes finales y la sentencia. La novedad de la justicia narrante es que pone el conocimiento propio de la lingüística al servicio de la caracterización del proceso judicial. Para ello, recurre a un corpus de procesos penales reales, sobre los que se asienta el análisis y con los que se ilustra la descripción. Esa combinación de la teoría y aquello que ocurre efectivamente en las salas de justicia hace que este libro no solo esté dirigido a juristas y lingüistas con interés teórico, sino también a los profesionales del derecho que deseen profundizar en las capacidades del lenguaje como medio de expresión crucial de la actividad judicial.