La conservación preventiva se sustenta en cuatro pilares fundamentales: la evaluación de las condiciones en que se conserva una colección y de su estado general; la determinación de las necesidades para la correcta conservación y protección de las obras; la realización de un plan amplio para satisfacer esas necesidades de conservación a lo largo del tiempo en relación con los recursos disponibles y la evaluación continua de las mejoras. Los planes en caso de siniestros también forman parte esencial en esta protección. En estas páginas se estudian las actuaciones encaminadas a controlar los factores de deterioro para ralentizar la degradación de los materiales de bibliotecas y archivos, tanto las efectuadas de manera global, para la colección en su conjunto, como las dedicadas a la conservación específica de objetos concretos o grupos de ellos. JAVIER TACÓN CLAVAÍN es especialista en conservación y restauración documental.