Este libro es un balance de los últimos treinta años de teología en el continente latinoamericano, en los que también en teología «el mar se abrió»: es el comienzo histórico de un tiempo inacabado, todavía en éxodo, todavía con dolores de parto: un tiempo cada vez más creativo, más diversificado, con una pujanza y un colorido cada vez más locales. Pedimos a una serie de teólogos de América Latina que hiciesen memoria de los hechos sociales y eclesiales acaecidos en estas tres últimas décadas y que sintetizasen su trayectoria, subrayando las transformaciones, los resultados, las carencias y hasta los errores: y que concluyesen con los nuevos desafíos que, en su opinión, la realidad va imponiendo a la tarea teológica. Les sugerimos también que el texto fuese marcadamente biográfico, y la mayoría de los autores optó por una exposición autobiográfica. Es, pues, una parte de sus vidas lo que tenemos en las manos. También a teólogos de otros continentes que tuvieran algún contacto con la teología de América Latina les pedimos que narrasen la recepción y valoración de la misma y los desafíos que supone desde la perspectiva de sus respectivas regiones. Sus testimonios y reflexiones enriquecen y completan esta obra.