Actualmente la inmigración constituye un proceso que implica a todos los países ricos, participando a su vez en la definición de los mismos. Carola y Marcelo M. SUÁREZ-OROZCO, codirectores de uno de los mayores estudios longitudinales sobre niñas y niños inmigrantes y sus familias, ofrecen una visión clara, profunda e interdisciplinar de lo que está aconteciendo con estas personas y de cómo puede verse afectado su futuro. Constatan los autores que, para los hijos e hijas de inmigrantes, éste es el mejor y el peor de los momentos. En la actualidad tienen mayores probabilidades que cualquier otra generación anterior de inmigrantes de acabar en universidades o sin estudios, en libertad o en la cárcel. La mayoría llega motivada para estudiar, respetuosa con la autoridad y dispuesta a aprender el idioma del país de acogida. Para alcanzar el éxito, muchos de ellos se enfrentan a enormes obstáculos derivados de la pobreza, los prejuicios, el mismo trauma de la inmigración y su encuentro con el mundo antiintelectual, materialista y hedonista de muchos de sus compañeros nacidos en los países ricos de acogida. Sus familias los trasladan con la esperanza de una vida mejor, pero temen que se pierdan en la cultura callejera, como ocurre con frecuencia. Los autores describen con rigor cómo estos chicos y chicas configuran su identidad, y qué acontece en su paso por el sistema educativo y con las relaciones sociales que establecen. Los datos sobre su historia y vida cotidiana muestran también su relación ambivalente con el país de adopción.