Hay que señalar que nos hallamos ante un libro de inusual hondura, a pesar de su sorprendente sencillez estilística, y en la profundidad del pensamiento de esta obra vibran sabiamente algunos de los conceptos filosóficos y vitales que han perseguido al ser humano a lo largo de la historia. Existe en la esencia de estos poemas de Lur Sotuela, un diálogo interior con el lector, una comunicación, si se quiere imperfecta, -obviamente como todas-, en los que el poeta, apartando de su lírica el vacuo retoricismo y referencias culturalistas y artificiales, centra todo su esfuerzo en alcanzar esa comunión entre los dos puntos del mensaje, haciendo al receptor y al emisor auténticos vasos comunicantes. ASÍ ERES TÚ Río, estrella, fuego indefinido... Fuego que no sabe quemar, estrella que no tendrá cómo apagarse, río, sueño inacabado, que no sabrá encontrar su desembocadura, el nombre de su final. Así eres tú, amigo mío, hombre que caminará sin dónde ni cuándo, ni luz ni noche, ni ayer ni mañana... Así eres tú, hermano, así soy yo.