Con una narrativa envolvente, Joaquín Simón nos conduce por un Madrid que comienza a resurgir a paso lento de la cruda posguerra, pero necesitado de ilusiones y esperanzas, de esos momentos de evasión que de forma tan generosa consigue darnos el cine. Y te dirán que me han visto llorar... es un segundo paso certero de este bildungsroman que comenzó con 1957. Una historia colmada de pequeños atisbos de muchas vidas. Un joven protagonista que reconoce sus errores, pero antes los comete, y que se muestra valiente al asumir su atracción por otros hombres, aun siendo consiente de lo delicado de tal situación en aquella época. Una enseñanza final que permanece como poso para el lector sobre ciertas verdades de la vida que nada tienen que ver con las ensoñaciones románticas.