En los últimos diez años, los estudios sobre fiscalidad han disfrutado de un auge considerable debido, sin duda, a las condiciones actuales de unos Estados que no cabría calificar como «fallidos», pero que sí afrontan enormes crisis financieras y problemas graves de evasión fiscal, mantienen políticas fiscales deficientes y no son capaces de atajar los costes crecientes de la recaudación ni de la corrupción. Todos estos impedimentos se reflejan en la falta de inversión en obra pública, infraestructura y demás gastos sociales y de inversión, necesarios para mantener el bien común y lograr la redistribución de la riqueza. Este libro estudia la fiscalidad de los ayuntamientos de Nueva España (1765-1812). La nueva jurisdicción y centralización que perseguía el sistema imperial hispánico se definió y estableció en los ayuntamientos, donde, debido a sus tradiciones, privilegios y potestades, coexistieron las viejas formas con las recién implantadas. El análisis de lo sucedido tanto en la península como en el virreinato permite obtener una explicación más completa de ese proceso de cambio en la definición y la política fiscal como parte sustantiva de la hacienda pública moderna.