Más allá de sus límites geográficos y demográficos continentales, Europa es considerada en este singular libro como una serie de capas históricas de corrientes y situaciones científicas, técnicas, artísticas y éticas, extendidas a todas las regiones del mundo donde tal sistema de valores influyó, se reforzó y ahora se extravió. El autor propone y documenta la tesis de que todo ello está siendo sustituido, desde el fin de la modernidad, por un universo de ideologías, prácticas, morales, simulaciones y condiciones de producción y comunicación en contradicción aguda con el pasado y no que no se debe a los naturales cambios en la sociedad propios del transcurrir del tiempo y del sucederse de las generaciones. La mayor parte de esos elementos y relaciones de reemplazo, de distinta índole, tuvo su origen en el seno mismo del núcleo continental europeo, pero por haberse trastornado hasta lo irreconocible o por suceder una especie de amnesia colectiva, son aceptados gozosamente como nuevos, y sin percibir su poder adulterino. Para caracterizar y deslindar ese proceso de suplantación, el autor reinterpreta aquello que está siendo suplantado para luego mostrar la fisonomía y las causas de lo que está actuando como sustitución, especialmente con el estudio de áreas y temas muy representativos, como las artes, los circuitos de distribución y comercialización de la industria cultural, la ideología del simulacro mediático como punto principal de referencia, la variedad vana de lo Mismo, el reemplazo de la ética por las cómodas morales del relativismo multicultural, el modo de pensar binario, ahistórico, y, en suma, la desmaterialización del mundo en aras del carrusel de la representación. Carlos Silva (Caracas, 1937-2002), doctor en Filosofía de la Universidad de Turín, Italia, donde fue profesor codirigiendo seminarios con Gianni Vattimo, ha publicado dieciocho libros de teoría e historia, especialmente sobre Hispanoamérica, así como ensayos cortos acerca de autores europeos de la modernidad, por lo que ha sido reconocido con varios premios nacionales e internacionales, entre los que cabe destacar el Premio Nacional de Ensayo de su país. Fue director titular del Museo de Bellas Artes de Caracas, decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Los Andes, Mérida, y ha fundado varios centros museológicos y universitarios en Venezuela.