Varlam Shalámov se adentra en el infierno blanco de Kolimá, región situada en el límite oriental de Siberia. La maestría de Shalámov se enfrenta al paisaje intimidante de la taiga, a los sufrimientos padecidos en los campos de trabajo, a todo lo que implica saber que el horror de Kolimá es imposible de narrar aunque él esté determinado a hacerlo. Para superar ese reto, para representar la inhumanidad, para escapar a la maldición del grito silencioso, Shalámov escoge la forma del relato breve, cuyos rasgos principales son, según su propia expresión, el «laconismo», las frases «cortas como una exhalación» o «secas y musculosas como una bofetada». Relatos de Kolimá es una de las más trágicas y grandiosas epopeyas del siglo XX. Con este volumen -el primero de los seis que forman el ciclo general- comienza ahora a publicarse por primera vez de forma completa en castellano y de acuerdo con la estructura que el autor dio a su obra.