1808 es un año clave, bisiesto, extraño y convulso para España. Confluyeron una serie de circunstancias que determinaron el futuro de una nación que ya estaba agotada de tanto pasado. Los sueños de unos fueron las pesadillas de otros. Después de la Revolución francesa cambiaron mucho las ideas sobre gobierno y nación en muchos países. El pueblo comenzaba a expresarse aunque quien debiera de escuchar no lo hiciera. Aquí aparecen ocho personajes históricos vistos desde su lado más humano, con ocho historias, a modo de relatos. El Motín de Aranjuez, representó un cambio efímero que enturbió más la situación. El cuadro sobre la Familia de Carlos IV, una ilusión óptica que el genio de Goya plasmó para entender con una sola imagen aquella época. Esta obra explica con la visión de su autor los motivos de algo que comenzó mal y terminó peor, dando un sentido siempre positivo y de esperanza.