La historia cultural es, probablemente, el dominio historiográfico más innovador, el ámbito en el que se están dando los avances más destacados. La rica visión que los teóricos han impuesto en las últimas décadas nos presenta una cultura de amplio significado, una cultura que acoge en sí misma toda creación humana, física o inmaterial. Estaríamos, pues, hablando de toda aquella elaboración que nos aleja de la naturaleza, que nos sirve para construir un entorno humano, artificial. Pero la cultura integraría, además, aquellas construcciones mentales que codifican y sirven para pensar nuestra realidad. No se trataría ya de hablar de la cultura, sino de culturas, tanto locales como temporales. El presente libro aborda el estudio de las diferentes escuelas y corrientes que han configurado esta disciplina en la segunda mitad del siglo XX, con sus principales protagonistas, sus obras, sus metodologías, sus influencias y sus objetos de estudio. De Princeton a París, de los Annales al giro lingüístico, de Le Goff a Peter Burke, de Ginzburg a Natalie Zemon Davis, de Chartier a Robert Darnton, la historia cultural se considera una privilegiada perspectiva mediante la cual observar y analizar las percepciones, acciones, reglas y valores de la condición humana.