Munch Mancini ha pasado por lo peor, pero sigue adelante. Es una ex adicta que, además de trabajar como mecánica de automóviles, ha abierto su propio negocio de servicio de limusinas que consiste en un Cadillac, unos ahorrillos y un móntón de esfuerzo. Ahora es su jefe, lo que significa que no puede permitirse decirle no a un cliente, aunque se trate de un tipo dudoso que trabaja para el gobierno y que le ofrece una importante suma de dinero por adelantado por pasear a un hombre de negocios extranjero durante una semana. Los problemas empiezan cuando Munch le promete un empleo a Ellen, una vieja amiga recién salida de la cárcel. Lo siguiente que sabe es que Ellen, su cliente y su limusina están en paradero desconocido y que la policía viene a interrogarla. Con la custodia de su hija adoptiva pendiente de un hilo, y la vida de Ellen en peligro, Munch no escatimará ningún esfuerzo por ayudar al detective Mace St. John a resolver este arriesgado caso. Pero cuando hay un asesino en serie que ha dejado tras de sí una estela de brutales crímenes a sangre fría, ¿qué puede hacer Munch para detenerlo y no morir en el intento?