Luis, un profesor universitario, renuncia a la rutina del matrimonio para retirarse al pueblo castellano de Melque, donde ejercerá de maestro por el resto de sus días y vivirá austeramente. Con motivo del que será su último cumpleaños, sus hijas le visitan en aquel rincón perdido cerca de Segovia. Enfermo, atormentado por su pasado y temeroso de la llegada de la muerte, el anciano elige a Elisa, su hija mayor, como legítima heredera de sus fantasmas y obsesiones. Entre confesiones, oberturas de óperas y las páginas sueltas de unas memorias imposibles que Luis escribe, Elisa se topará con la única certeza que su padre puede legarle: más impredecible que la geografía castellana es la naturaleza contradictoria del hombre, ese paisaje donde amor y odio, ternura y violencia, creación y destrucción parecen obligados a convivir. En un diálogo íntimo con su célebre película, Elisa, vida mía constituye, más allá de toda procedencia creativa, una novela de gran fuerza evocadora y por completo soberana que confirma el sorprendente talento literario de Carlos Saura.