«MARK SARVAS HA CONSEGUIDO ALGO INUSUAL: HA ESCRITO AQUELLO QUE NO SE ESCRIBE. ESE TIEMPO DE REFLEXIÓN QUE SIGUE A LA MUERTE DE UN SER QUERIDO, ESE VACÍO A PUNTO DE EXPLOTAR, Y, SEGUNDA HAZAÑA, HACER DE ELLO UN RELATO DIVERTIDO.» LE MONDE ··· Harry Rent es un antihéroe en plena crisis existencial. Ahora mismo está sentado a la barra de un café de mala muerte y a punto de llegar inexcusablemente tarde al funeral de su mujer, pero lo único que le preocupa es parecerle un tipo interesante a Molly, la camarera. Tanto, que está dispuesto a comerse ese sándwich repugnante que acaba de ponerle delante: un «montecristo». Y ahí, frente a ese bocadillo en apariencia irrelevante, Harry tendrá, como todo héroe que se precie, su momento epifánico: él también puede ser el conde de Montecristo, transformarse en un hombre nuevo y regresar, revisado y mejorado, a tomar del mundo lo que es suyo y a conquistar a Molly.