Con el discurrir del nuevo siglo, lejos de haberse resquebrajado, el poder de la familia se ha ido afianzando en la biografía individual y en el imaginario colectivo. Tal poder se entiende en las páginas de este libro como influencia clave en perspectiva de educación, a modo de posibilidades sobrevenidas en una sociedad del conocimiento. En ella, las oportunidades no agotan su recorrido, ni mucho menos, en los procesos y productos escolares. Por ello, ha de procurarse fortalecer la proyección vital de niños y jóvenes en el marco de una nueva educación familiar, aún necesitada de redefinición y desarrollo, considerando las dinámicas de cambio que han dilatado la representación de la familia y su reconocimiento cívico. La relevancia de los temas abordados (la familia ante un cambio de época, la familia como agente motivador del aprendizaje, estilos educativos parentales, inmigración, familia y educación, los programas de educación familiar y su evaluación...) hacen de esta obra la herramienta propicia para mostrar que la educación familiar es un eje imprescindible en la formación de los actuales y futuros maestros, educadores sociales y pedagogos.