«Peroà ¿hubo alguna vez una Primera República?», se preguntaríaJardiel Poncela parafraseando su novela. Es obvio que si hubo unasegunda, ¡tuvo que haber una primera!
El 11 de febrero de 1873, tras la abdicación de Amadeo I de Saboya, en una reunión conjunta del Congreso de los Diputados y del Senado,constituidos en Asamblea Nacional, se acordó la proclamación de laPrimera República. Tuvo una efímera duración pues como repúblicaparlamentaria duró menos de un año, hasta enero de 1874, aunque semantuvo otro año más como república autoritaria, con el parlamentodisuelto y las garantías constitucionales suspendidas, y el generalSerrano al frente del poder ejecutivo. Hasta el pronunciamientomilitar del general Martínez Campos que restableció la dinastíaborbónica.
De ese periodo solo quedan en el imaginario popular datos negativos:la presencia de cuatro presidentes (que realmente ni fueron cuatro nifueron presidentes de la república) y casi una docena de gobiernos, la rebelión cantonal de Cartagena y la entrada del «caballo de Pavía» en el Congreso, metáfora de todos los golpes de Estado.
«Santamarta es un escritor con una sola y apasionada causa: la de lahistoria de España. Desde su atalaya escurialense seguirá estudiándola y divulgándola como un caballero antiguo de armas y de letras». Jorge Bustos, El Mundo.
«Divulga entreteniendo. En ese gerundio reside la clave de su brillo.Sus libros, amén de enseñar, divierten. Demuestra que la erudición noes enemiga del suspense y de la sonrisa. Y ahí está su legión delectores agradeciéndoselo». Jesús Úbeda, Zenda.
«Cuando la ironía y el sentido del humor se convierten en unamagnífica divulgación histórica». Vicente G. Olaya, El País.
«El mejor divulgador de la historia de España. Baraja el rigor y laironía para que cada página de sus libros nos provoque con un asombro, un descubrimiento y una sonrisa. Santamarta muestra el gran legadocultural de lo que nos une. Sus libros nos ofrecen vistas a la alegría de la historia». Jesús García Calero, ABC.