Vida de los Padres del Jura es el relato de la fundación y consolidación de un movimiento monástico en la zona del macizo del Jura, en la parte occidental de los Alpes, durante la se- gunda mitad del siglo v. Los protagonistas son tres abades: Román, Lupicino y Eugendo. En su programa, recogen ingredientes monásticos propios del ascetismo y monacato orientales, que conoció su momento más prolífico durante el siglo iv; pero también hay ingredientes de la actualidad del siglo v en el Occidente romano. Hacia el año 435, un tal Román, originario de la provincia gala de la Sequania, lo que luego sería la Burgundia en la baja Edad Media, tras haber pasado por una experiencia monástica en un monasterio de Lyon, deja su patrimonio y a su familia para retirarse a las selvas y valles del Jura, donde decide llevar vida monástica. Se asienta cerca de la confluencia de dos ríos, sobre lo que con el tiempo va a ser el emplazamiento de la ciudad de Saint Claude. Él es el primero, según se recoge en su Vida, que practica este tipo de retiro en la citada región de la Galia. La fama de su forma de vida termina por atraer hacia el lugar a otros monjes; en primer lugar a su hermano Lupicino y luego a seguidores cada vez más numerosos. Los dos hermanos, Román y Lupicino, se convierten así en líderes de una colonia de anacoretas, cuya vida comunitaria va siendo organizada poco a poco. Fundan un primer mo- nasterio, llamado Condat, que era ya importante a la muerte de Román, ocurrida en el año 460. Las Vitae de los padres del Jura son un relato biográfico que recoge detalladamente los avatares de este monasterio en sus primeros setenta y cinco años, entre los siglos v y vi. Este relato nos transmite no solo las principales virtudes y hechos de estos tres abades, sino que es además un testimonio interesante sobre la vida monástica del siglo v en la Galia, y también del ambiente histórico del momento enturbiado por las invasiones bárbaras.