¿Y si alguien se enamorara de la mujer de un retrato y no parara hasta encontrarla?
Sevilla 1602. Pedro encuentra en la puerta de su taberna el retrato de una bella desconocida. El cuadro lo ha abandonado Inés, la condesa de Vera, ya que la pintura es un encargo de su tío para encontrarle con urgencia un marido. Sin embargo, la treta no sirve de nada porque al poco le conciertan el matrimonio con un viejo y rico comerciante portugués. Pero no todo está perdido pues, con la ayuda de Pedro, que ha ido poco a poco entrando en su corazón, la condesa urde un plan para librarse del matrimonio?
La Habana 1613. Pedro recibe una carta de su antigua prometida, la condesa de Vera, que lleva once años desaparecida. Su tío, el conde de Tovar, la tiene retenida en una torre desde el mismo día en que tras su descabellado ardid les concedieron la licencia para casarse. Pedro, ahora convertido en un hombre de éxito, emprende camino de regreso a Sevilla, dispuesto a recuperar todo lo que le han arrebatado...