Forjada por los dioses del Japón feudal, la poderosa espada Kusanagi -""Segadora""- ha tenido una larga y sangrienta historia, cambiando de manos y decidiendo destinos durante muchos siglos antes de ser por fin custodiada en el templo sagrado de Astuta. Pero la espada de Astuta es falsa, una imitación cuyo propósito es disuadir a quienes la usarían como arma política. La auténtica Segadora permanece segura bajo la protección del sacerdote guerrero Sanshobo. Consciente de que no podrá esconder a Kusanagi por siempre, Sanshobo confía a Miyamoto Usagi, el conejo ronin, la tarea de devolver la espada al lugar que le corresponde antes de que ésta caiga en las manos equivocadas. Hallando engaños y traiciones a cada paso, Usagi deberá recorrer el peligroso camino a Atsuta y enfrentarse a dos clanes de ninjas rivales que no se detendrá ante nada para conseguir la espada y explotar su poder divino.