¿Es posible construir otras imágenes del pensamiento en América Latina? Esta invitación nos llevó a proponer una excavación hacia el pasado y, al mismo tiempo, una apertura hacia el porvenir. Antes que una «filosofía de la liberación», invitamos a una liberación de la filosofía; antes que orígenes o cánones, artesanías que nunca tocan fondo o sujetan una raíz; antes que estudios culturales, latinoamericanos o disciplinarios, convocamos a una crítica de nuestra propia voluntad de verdad, desde ángulos dispares. Antes que temas vedados —como la violencia y la sublevación— nuevas formas de pensar en torno a lo socialmente prohibido. Al mismo tiempo, el libro es una invitación a contagiar la alegría del pensamiento, sin nostalgias por lo perdido, abiertos a un combate sin final previsto, o feliz: al final del día, quizás no nos espera una verdad resplandeciente —la verdad también puede ser oscura, terrible—. Pero tampoco la nada: quizás aún se puede pensar sin resentimiento. ¿Es posible, entonces, una experiencia no sacerdotal, fruto de una ciencia que no sea triste? ¿Se puede pensar sin sufrir? Aún no lo sabemos. Lo importante será persistir en la pregunta. Este libro está poblado de preguntas de ese tipo. Bienvenidos.
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Is it possible to build other images of thought in Latin America? This invitation led us to propose a search towards the past and, at the same time, an opening towards the future. Rather than proposing a 'philosophy of liberation', we invite a liberation of philosophy; before origins or canons, crafts that never hit bottom or hold roots; rather than looking at cultural, Latin American or disciplinary studies, we call for a critique of our own will to find truth from different angles. Rather than looking at forbidden topics —such as violence and uprising— we propose new ways of thinking about what is socially prohibited. At the same time, the book is an invitation to spread the joy of thought, without nostalgia for what has been lost, open to a fight with no predictable or happy ending: at the end of the day, we might not find a sparkling truth — truth can also be dark, terrible. But it is not nothing: perhaps we can still think without resentment. Is it possible, then, to have a non-priestly experience, resulting from science that is not sad? Can you think without suffering? We do not know yet. The important thing will be to persist in asking the question. This book is populated with such questions. You are all welcometo it.